La gente llama a La Habana la ciudad maravilla. Dicen que nada puede compararse caminando por las viejas calles de La Habana, la Plaza de la Revolución o tal vez tomar un tour en auto clásico dentro de las partes cosmopolitas de Vedado y Miramar. La verdad es que uno puede descubrir fácilmente La Habana de cualquier manera y enamorarse de sus increíbles paisajes. Sin embargo, hay personas que prefieren tomar un camino diferente e ir por algo más atrevido, como andar en bicicleta por la ciudad, de esta manera llegarían a los rincones más inesperados, mágicos y diferentes de la ciudad, tal vez nunca lleguen a Ver si está conduciendo un coche o simplemente caminando.
Se necesita mucha energía y una mente muy decidida para descubrir los rincones profundos de La Habana en un paseo en bicicleta. Tal vez ir en una bicicleta eléctrica sería la mejor opción, es muy fácil de manejar, mucho más rápido y uno se cansa menos, lo que significa que los recorridos pueden ser más largos y ocupar un mayor número de lugares.
Un recorrido en bicicleta por La Habana tiene el mismo atractivo que cualquier otra forma de descubrir esta fascinante ciudad: la oportunidad de presenciar a la gente, su vida cotidiana y sus hábitos. Cuba es un lugar donde se puede ver la influencia española y estadounidense, el sol, la salsa y las tradiciones cubanas han creado una mezcla especial de culturas tan potentes como el ron y los cigarros que tan orgullosamente anuncian.
Hay recompensas adicionales para los ciclistas en las carreteras vacías de la ciudad que pueden tener poco tráfico y entornos muy interesantes, rodeados por el folclore de los barrios subterráneos del Centro de La Habana o la naturaleza del campo. Una vez fuera de la ciudad, el campo tropical siempre verde de Cuba se puede escuchar casi tan pronto como se puede ver.
No es necesario ser un ciclista súper apto para unirse en ninguna de las dos rutas. El tamaño compacto de La Habana significa que las distancias entre lugares nunca son tan largas, lo que le permite recorrer la ciudad en bicicleta de una a otra con bastante facilidad.
La idea principal detrás de un recorrido en bicicleta es simple: solo tienes que hacerlo. Tiene que ser La Habana y tiene que ser bicicleta. El tiempo vuela, las ubicaciones nunca son iguales, siempre hay algo que ver, algo que experimentar, se pueden tomar innumerables fotografías. El ejercicio es garantía y la tecnología ha hecho que estos paseos sean aún más soportables (en caso de que no sea un ciclista experimentado) al permitirle elegir una bicicleta eléctrica para esta experiencia. Se trata de la ciudad, pero también de la bicicleta. Estos modelos funcionaron con un mecanismo asistido con un motor que toma una parte de la fuerza de pedaleo, se puede cargar en solo 3 horas, tiene iluminación nocturna y es totalmente personalizable según el peso y la velocidad.
La experiencia más ideal se esconde detrás de las excursiones en bicicleta, principalmente porque las rutas pueden ser completamente diversas e inesperadas, sin mencionar la libertad de ir en bicicleta. Uno puede disfrutar del clima del gusano y aun así obtener el aire fresco de la carretera, observar de cerca la naturaleza, hablar y mezclarse con la gente local, parar para las típicas cervezas y bocadillos cubanos, pero lo más importante, uno puede aferrarse a la adrenalina. Detrás de cabalgar por la ciudad y hacerla nuestra propia.